8 mar 2016

REFLEXIONES SOBRE LOS MODOS DE INTERVENCIÓN EN EL CASCO HISTÓRICO DE ALMERÍA

REFLEXIONES SOBRE LOS MODOS DE INTERVENCIÓN EN EL CASCO HISTÓRICO DE ALMERÍA

Ramón de Torres López

Arquitecto


Vista general del casco histórico. Imagen cedida por Ramón de Torres

1.- EL CORAZÓN QUE LATE: EL CENTRO HISTÓRICO DE  ALMERÍA COMO"ALEF URBANO"

El centro histórico de Almería es una parte viva de la ciudad , con patrimonio, valores singulares y personalidad propias. Es "el corazón que late", origen y matriz de la ciudad actual y elemento indispensable  para su supervivencia.
La  ciudad  y  la  arquitectura  son  también  paisaje  social  y  humano,  mensaje  y  lenguaje .  La capacidad significativa del centro histórico le confiere una carga simbólica cuando se pretende transcender su mera cualidad material y formal y adentrarse en los territorios internos de lo espiritual.
Intentar  entender  los  aspectos  simbólicos  del  casco  histórico  permite  tender  redes  entre  la ciudad , su arquitectura y la escritura. La estructura simbólica de la ciudad se puede interpretar a través de las palabras y las cosas .
Una de las grandes corrientes condensadoras de la tradición donde el lenguaje es depositario de contenidos ocultos , que sólo en el lenguaje mismo se manifiestan, es la cábala. Sobre las meditaciones de las letras del alfabeto hebreo se levanta todo el edificio que se conoce con el nombre de la cábala, que vivió incrustada en el mundo cristiano occidental y pertenece a la Historia de España.
En Tres lecciones de tinieblas, cuyos textos tienen su origen en la música , José Ángel Valente realizó catorce meditaciones o variaciones sobre el movimiento primario que las letras desencadenan. La primera es alef, que puede leerse como centro de la germinación y del origen o de la vida, como inminencia y proximidad. Canto que hace oír el movimiento primario, el movimiento que no cesa de comenzar.
En tal perspectiva cabría decir que el centro histórico de Almería representa simbólicamente el alef urbano , la energía envolvente de la creación de la ciudad , de su génesis. El origen de su memoria , de su historia.
Como auténtico  alef, el centro histórico nos pone en contacto con el brote de vida primigenio de la ciudad —en palabras de Valente, "el punto donde la respiración comienza "—. Es el sitio fundacional de la ciudad, constituye su corazón secreto y ancestral, el lugar de su primer latido, el frágil ámbito de su memoria y, a la par, el de su ambiguo olvido.
A partir del centro histórico la ciudad se ha ido llenando de memoria a lo largo del tiempo. Entrar en el centro histórico es entrar en el tiempo, empezar a caminar por la historia de Almería. Así, la ciudad fundada a mediados del siglo X por Abderramán III como sede de la flota del califato cordobés , se convirtió en el siglo XI en el centro del sufismo esotérico de ai-Andalus, en metrópoli de todos los sufíes españoles. Este periodo ha sido el de mayor esplendor de Almería, que alcanzó un desarrollo urbano y demográfico que no se igualó hasta el siglo  XIX, cuando  se produce la expansión de la ciudad y el nacimiento de la ciudad moderna.
Sin embargo, el centro histórico de Almería se nos presenta  hoy  fragmentado,  roto  y abandonado, consecuencia de las tensiones soportadas en los  últimos  cincuenta  años, coincidente con el desarrollo de los sucesivos  Planes Generales de Ordenación  Urbana.
En efecto, el casco histórico sufrió los efectos devastadores de la aplicación de determinadas secuelas del ideal de la ciudad moderna, minusvalorando el ámbito público y concibiendo los edificios como objetos individuales descontextualizados, que respondían a tipologías  propias de las áreas periféricas de expansión urbana.


El paisaje urbano que nos ha llegado expresa nuestra duda sobre la eficacia del urbanismo de las últimas décadas, entendido como planeamiento de ámbito municipal y en los términos en que la legislación y la práctica profesional lo han reducido.
En los años sesenta comenzó el vaciamiento del centro histórico con derribos sistemáticos de numerosos edificios que fueron sustituidos por otros de nueva planta, que modificaron la tipología arquitectónica y la escala del espacio urbano, aumentando sin criterio el número de plantas preexistentes. Se utilizaron como coartadas el tráfico y el higienismo . Con ello se potenció la lógica del beneficio y la ciudad especulativa. Como reacción a esta dinámica, a finales de los setenta surgen los primeros movimientos sociales y las iniciativas que proponían reconstruir críticamente la ciudad a través de la restauración, la rehabilitación y la remodelación de los edificios y espacios urbanos del centro histórico.
Desde  esta  perspectiva  conviene  recordar  las  actividades  promovidas  por  el  Colegio  de Arquitectos de Almería, que ya en 1977 inició la redacción del catálogo de edificios de interés arquitectónico a través de su vocalía para el Archivo Histórico y la correspondiente exposición celebrada, a comienzos de los ochenta, en el propio Ayuntamiento de Almería.
Estas iniciativas se insertaron en una dinámica más general que se produjo en el debate nacional e internacional, y pusieron de manifiesto un nuevo modo de enfrentarse a los problemas urbanos. Se propuso la recuperación ideológica de las identidades, de la tradición y de la memoria. A la concepción de la ciudad homogénea y abstracta, como secuela de la urbanística moderna, se opuso la concepción de la ciudad concreta y diferenciada en partes. Al plano regular se opuso entonces el proyecto, la intervención concreta y específica, la reflexión sobre un contexto preciso. La relación entre proyecto y ciudad debería asentarse en la investigación urbana como instrumento analítico del proyecto. Conceptos como lugar, tipo, morfología, monumento... son los significados a los que se debe confiar la descripción de la ciudad histórica.
Sin embargo, esta visión no se tuvo en cuenta en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1973 ni en las Normas Subsidiarias de 1983. Tampoco el PGOU de 1986 y el  de 1998, actualmente vigente, establecieron propuestas concretas para la necesaria y urgente recuperación del centro histórico de Almería.
Actualmente sólo existen dos iniciativas parciales —el Plan Urban, cofinanciado con fondos Feder de la Unión Europea y por el Ayuntamiento de Almería para el periodo de actuación 2007-2013, y cuya autoridad de gestión es el Ministerio de Economía y Hacienda, y las "Ayudas a la Rehabilitación Privada" del Ayuntamiento de Almería— que no suponen una apuesta decidida, ni una política pública de rehabilitación integral.
La situación del casco histórico de Almería ha sido descrita con singular precisión por el poeta José Ángel Valente , que vivió en una casa situada junto a la Catedral y al convento de Las Puras, y que en 1993 señaló lo siguiente: "El solemnemente llamado —y, efectivamente desamparado— casco histórico es un lugar privilegiado por la negligencia total. Hay almerienses que no han subido a la Alcazaba desde hace catorce o quince años. Habrá, imagino, entre los más jóvenes quienes no la hayan visitado nunca. No deben ser muy numerosos los ciudadanos que conozcan el "mihrab" de la gran mezquita de Almería en la actual iglesia de San Juan. Escasísimos los que hayan conocido el bellísimo claustro de la catedral (...) La ciudad ha dejado de ser un lugar de convocación. Los almerienses apenas tienen plazas que puedan llamarse tales. La Plaza Mayor —una plaza bellísima hasta la reforma que culminó con la erección del horrendo monumento a los Colorados— es un lugar desertado.  Ciertamente,  entiendo  que Almería  está en la actualidad conformada como un agregado de zonas adyacentes, pero netamente separadas por fronteras acaso no visibles y, acaso por eso mismo, más reales".
En efecto, Almería está perdiendo la memoria de sí misma, la ciudad está dejando de ser el lugar del intercambio cívico de todos con todos. El centro histórico como materialización de la memoria, como depósito de vida que compartimos con quienes nos precedieron, constituye una realidad construida, un patrimonio colectivo que hay que recuperar y mantener. Tal es la situación actual que permite afirmar que sólo mediante políticas públicas de rehabilitación integral, la ciudad de Almería hallará, en este comienzo de siglo, el espacio de encuentro con su imagen de la memoria.

Antiguo Pósito de la Plaza Granero (Foto de Ramón de Torres)

2.         REFLEXIONES SOBRE LOS MODOS DE INTERVENCIÓN EN LA RECUPERACIÓN DE LA CIUDAD HISTÓRICA DE ALMERÍA

2.1.      De carácter general

1.         Complejidad
La ciudad histórica, construida en el pasado, transformada continuamente, y cuya  gestión con perspectiva de futuro nos corresponde en el tiempo presente es una realidad de gran complejidad, definida por contenidos y valores muy  heterogéneos  en  términos arquitectónicos, funcionales, urbanísticos, económicos, culturales,  sociales...  Esta complejidad constituye su máximo valor, pero paradójicamente no siempre se contempla así cuando se decide intervenir. Incluso en las escalas más modestas de las actuaciones, la norma es, con frecuencia, la desconexión del contexto y la ignorancia de esta riqueza.

2.         Actos  fundantes
La voluntad política, el consenso institucional, la coordinación administrativa, la solidaridad, la participación social, la integralidad, la sostenibilidad y la transferencia son hoy principios universales que deben constituirse en actos fundantes de las acciones sobre la  ciudad histórica.

3.         Procesos de cambio
La intervención en la ciudad histórica, generando procesos de cambio con efectos duraderos sobre las condiciones de vida, patrimoniales, funcionales, etc. exige periodos de tiempo de tipo medio o largos, aún cuando la planificación en el corto plazo debe también ser contemplada .

4.         Estrategias de intervención
Es necesario construir estrategias amplias que permitan abordar la intervención con una perspectiva de integración o interdependencia de las acciones y su sostenibilidad, definiendo una estrategia de procesos sociales en vez de una estrategia sólo de actuaciones físicas . Dicho de otro modo, que las actuaciones físicas sean el necesario estímulo del proceso más global de recuperación de la ciudad .
La complejidad y el alto coste económico de este tipo de operaciones obligan a la incorporación del mayor número posible de recursos,  entendiendo  éstos como  medio para la acción y  no sólo como medio económico.  Como tales habría que entender  la capacidad de trabajo de los residentes, las habilidades e iniciativas de la población, el patrimonio edificable disponible, el ahorro privado, la experiencia de la Administración, las iniciativas o acciones complementarias,  ya diseñadas o en ejecución por todo tipo de agentes, etc.

5. El Plan o Programa de Rehabilitación Integral
Las estrategias de intervención, formalizadas como Plan o Programa de Rehabilitación Integral, deben integrar, como aspectos prácticos, la elaboración del diagnóstico, la delimitación del área de intervención, el documento del contenido del Plan o Programa, la creación de un órgano autónomo de gestión, el procedimiento específico de regulación de las acciones, el cálculo económico de las mismas y el programa temporal de las actuaciones.

2.2.      De carácter  específico

6. Patrimonio histórico y metas culturales
Conservar y restaurar el patrimonio histórico y promover socialmente la cultura de la rehabilitación y el mantenimiento coherente de la Ciudad Histórica para  conseguir  otras metas de tipo cultural que impulsen y estructuren una demanda que  aspire,  como expectativa de calidad de vida, a residir en una ciudad recualificada, socialmente apreciada por sus valores, dotada de servicios y equipamiento, cuidada  en  lo  arquitectónico, integrada en lo urbanístico, estéticamente equilibrada y con una atractiva oferta de actividades culturales y de ocio.

7. Vivienda
Mantener el tejido residencial, fijando a la población residente, mediante actuaciones en materia de política de rehabilitación de viviendas, para la mejora de las condiciones de habitabilidad de las mismas y promocionando la ocupación de aquellas que estén abandonadas o sin uso.
La rehabilitación  del parque inmobiliario existente debería  ser no sólo la actividad  principal del sector público para remontar la crisis , sino una estrategia general que orientase la política de vivienda en el futuro con el objetivo prioritario de la reducción del consumo energético en la construcción y el uso de los edificios.

8. Medidas sociales
Incorporar medidas de asistencia social, programas de mejora de la salud, de  la escolarización, experiencias de integración social y de formación para el empleo especialmente dirigidas a los colectivos sociales más vulnerables para  favorecer  la integración de la población residente.

9. Medidas medioambientales
Cada ciudad es un ecosistema característico con una estructura, una forma, unos usos y un metabolismo propio, situada en un lugar y clima únicos. Consume  ingentes cantidades de recursos —agua, energía proveniente de fuentes no renovables, alimentos, etc.— que se convierten tras su paso por la ciudad en residuos difícilmente recuperables que contaminan el entorno: residuos urbanos sin recogida selectiva, aguas contaminadas ...
Es necesario caminar hacia una sociedad ecológicamente sostenible primando la utilización de recursos renovables, en los que se plantee el ahorro de agua, de energía o de materiales, evitando la generación de residuos inservibles.

1O.  Actividades   económicas
Considerar la Ciudad Histórica como un hecho económico de primer orden obliga a analizar aspectos como el empleo, la actividad comercial, la producción artesanal, la promoción inmobiliaria ... y proponer determinaciones para la actividad económica,  como  instrumento para su consolidación.

11. Participación
La participación es una condición sine qua non para una concepción integrada de las políticas de actuación en la Ciudad Histórica. Los agentes participantes deben tener la posibilidad de compartir e influir en todas las decisiones del Plan o Programa.
El compromiso de la población destinataria es siempre una garantía de eficacia en el resultado de las acciones que se emprendan y en su duración.
La participación activa de la sociedad civil debe extenderse a otras instancias sociales representativas en el campo de la creación y transmisión del saber, como la Universidad y otro tipo de organizaciones o personalidades vinculadas al campo del Arte y la Cultura e instancias de carácter más gremial, así como Asociaciones y Organizaciones no Gubernamentales cuyos objetivos sean la mejora de la calidad de vida de la población destinataria. Se trata de construir redes permanentes de participación, apoyo e intercambio.

12. Gestión
Para la planificación y ejecución de las acciones , negociación con los sectores implicados en las operaciones, aplicación de los recursos económicos, definición de los instrumentos técnicos, colaboración con la población, etc., es necesario disponer de un Órgano de Gestión u Oficina especializada con la autonomía suficiente para garantizar el cumplimiento de los objetivos .

13. Operadores de la rehabilitación y planes de especialización  de la mano de obra
Es conveniente estructurar en la ciudad una red de operadores —técnicos y empresas— de la rehabilitación, fomentando una praxis constructiva adecuada y  suficientemente experimentada para conservar y mejorar los edificios, que haga posible un proceso de rehabilitación sostenible compartido con los ciudadanos.
Para evitar un alza incontrolable de los precios de mercado de la construcción, la experiencia muestra que es de gran utilidad que la Oficina de Gestión abra,  paralelamente al Programa, la Convocatoria de Empresas Homologadas, que, mediante acuerdo, acepten como máximos los presupuestos calculados  por la Oficina  parra cada intervención, a partir de un cuadro de precios útiles y específicos.
La conservación del Patrimonio es una actitud de espíritu colectivo, alimentada con la información y sensibilización de todos los habitantes y agentes implicados en la ciudad histórica. Por ello, los coloquios informativos con los vecinos, las jornadas de contenido teórico-práctico, orientadas a las empresas que colaboran en el programa, y las actividades dirigidas  a  los  arquitectos,  arquitectos  técnicos,  historiadores  y  arqueólogos  para  la formación específica en la práctica de la rehabilitación, son fórmulas válidas de referencia que ya han sido experimentadas.
Los procesos de revitalización urbana deberán fortalecer el tejido de las pequeñas y medianas empresas, dando prioridad a las prácticas rehabilitadoras en los Planes de especialización de la mano de obra para fomentar la formación en la utilización de materiales y técnicas para racionalizar y abaratar los costes, reducir el consumo energético y facilitación de pequeñas y medianas empresas .

14. Difusión
La difusión de las acciones debe desempeñar un papel de importancia en la estrategia que se diseñe. No se trata sólo de transmitir lo que se está haciendo, con objeto de crear un estado de opinión favorable en la sociedad, sino que la transparencia es también condición ineludible de la credibilidad y de la confianza, y por ello ayuda a cimentar el consenso y a profundizar en la democracia. Los conflictos que siempre acompañan a todo proceso de cambio pueden encontrar un adecuado instrumento de mediación en el debate que suele propiciar la difusión .

15. Intercambio de experiencias
El debate y la reflexión sobre las experiencias de intervención en las ciudades históricas permiten extraer enseñanzas extrapolables para Almería y avanzar en el diseño de políticas de intervención y gestión urbana sostenibles y tender redes permanentes de intercambio de información y experiencias entre organismos y ciudades. La creación de redes de ciudades puede suministrar un foro de referencia permanente para el debate, la puesta en común y con frecuencia ayuda al diseño  de estrategias de intervención, aunque las fórmulas concretas —las acciones— deben ser definidas a la luz de las circunstancias  locales.

Detalle del Hospital Provincial (Foto de Ramón de Torres)

3. EL PLAN O PROGRAMA DE REHABILITACIÓN INTEGRAL


Las estrategias de intervención se deberán formalizar en un Plan o Programa de Rehabilitación Integral que deberá considerar, al menos, los aspectos prácticos siguientes :

1.         Creación de un Órgano Autónomo de Gestión u Oficina especializada .
2.         Delimitación del área de intervención.
3.         Elaboración del diagnóstico .
4.         . Redacción del documento o contenido del Plan o Programa.
5.         . Determinación del procedimiento específico de regulación de las acciones :        Seguimiento, control y participación .
6.         Cálculo económico de las actuaciones .
7.         Programa temporal de las acciones .

1.Creación de un Órgano Autónomo de Gestión u Oficina especializada
El órgano Autónomo de Gestión u Oficina especializada deberá tener capacidad de decidir y ejecutar. Estará concebido como instancia de coordinación técnica entre las Administraciones Públicas.
Los objetivos de la Oficina serán, al menos, los siguientes :
La planificación de las actuaciones.
La negociación con los sectores implicados.
La aplicación de los recursos económicos.
La definición de los instrumentos técnicos.
La colaboración con la esfera social: vecinos, asociaciones, ONG, etc.
Deberá tener un carácter interdisciplinar y  estar integrado por personas  y  técnicos comprometidos con el casco histórico: arquitectos, arquitectos técnicos, sociólogos, trabajadores sociales, economistas, administrativos, vecinos, etc.             \

2. Delimitación  del área de intervención
La delimitación del área de intervención constituye una operación definidora de la identidad del área y clarificadora de los objetivos de la intervención. Deberá atender con especial cuidado a los espacios de contacto o borde con el resto de la ciudad.
Para la delimitación del área debiera considerarse, al menos, el ámbito de los recintos amurallados del siglo XI y la delimitación establecida por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Las experiencias desarrolladas en los cascos históricos demuestran que la solución de determinados problemas se resuelve más allá del propio centro. Cobran así pleno sentido las palabras de Leonardo da Vinci: "Todas las cosas llegan más allá de donde parece que llegan".

3. Elaboración  del diagnóstico
Con carácter previo a la toma de decisiones de intervención, debe conocerse cuál es el estado de la cuestión, los problemas existentes o sentidos. Debe, pues, elaborarse un diagnóstico con información patrimonial, urbanística, social, cultural, funcional, económica, medioambiental, etc.

4. Redacción del documento o contenido del Plan o Programa
La estrategia de la intervención recuperadora no es un requisito formal sino una cuestión crucial, aún cuando al inicio tenga el carácter de hipótesis revisable. Este documento debe contener una definición clara de las acciones a emprender, entre las que se deben considerar las siguientes:
Hipótesis demográficas  para la población.
Intervención en el Patrimonio, incluido el residencial.
Mejora  de  la  vivienda:  Programa  de  Ayudas  a  la  Rehabilitación  Privada,   Inspecciones Técnicas de Edificios.
Mejora y adecuación de equipamientos, infraestructuras, tráfico rodado y aparcamientos. Calidad ambiental: fachadas, instalaciones externas, mobiliario, telecomunicaciones, barreras arquitectónicas, agua, verde en la ciudad, etc.
Revitalización de usos comerciales y artesanales  (tradicionales y nuevos).
Impulso a actividades productivas y económicas en general.
Actuaciones  de asistencia social destinadas a colectivos necesitados.
Fomento de la formación y el empleo.
Actividades de fomento y difusión de los objetivos y acciones. Articulación de la
intermediación y la participación.

5. Determinación del procedimiento específico de regulación de las acciones: Seguimiento, control y participación
   Las acciones que se desarrollen al amparo del Programa o Plan de Intervención deberán regularse de forma clara y precisa, estableciendo asimismo las medidas de seguimiento, control y participación.
Para  ello  se  fomentará  la  participación  social  para  conocer  la  opinión  de  los movimientos sociales, ONG, asociaciones, redes familiares, redes informales, etc., y el órgano autónomo de gestión realizará los correspondientes informes de evaluación con la periodicidad adecuada, redactando como mínimo un informe de gestión anual.

6. Cálculo económico de actuaciones
   El Plan o Programa debe contener un cálculo económico estimativo del coste de las acciones, así como su financiación,  distinguiendo los aportes públicos y privados .

7. Programa temporal de las acciones
Es necesario elaborar un calendario para integrar la estrategia de intervención en un esquema temporal, donde se expliciten las acciones a corto y medio plazo y los procesos a medio y largo plazo que se impulsen.

Parque de la Hoya (Foto de Ramón de Torres)

4. CRITERIOS DE BUENAS PRÁCTICAS

Criterios establecidos por Naciones Unidas

-        Impacto
-        Asociación
-        Sostenibilidad
-        Fortalecimiento de la comunidad
-        Inclusión social