REFLEXIONES SOBRE LOS MODOS DE INTERVENCIÓN EN EL CASCO HISTÓRICO DE
ALMERÍA
Ramón de Torres López
Arquitecto
Vista general del casco histórico. Imagen cedida por Ramón de Torres
1.- EL CORAZÓN QUE LATE: EL CENTRO HISTÓRICO DE ALMERÍA COMO"ALEF URBANO"
El centro histórico de Almería es
una parte viva de la ciudad , con patrimonio, valores singulares y personalidad
propias. Es "el corazón que late", origen y matriz de la ciudad actual
y elemento indispensable para su
supervivencia.
La ciudad
y la arquitectura
son también paisaje
social y humano,
mensaje y lenguaje .
La capacidad significativa del centro histórico le confiere una carga
simbólica cuando se pretende transcender su mera cualidad material y formal y
adentrarse en los territorios internos de lo espiritual.
Intentar entender
los aspectos simbólicos
del casco histórico
permite tender redes
entre la ciudad , su arquitectura
y la escritura. La estructura simbólica de la ciudad se puede interpretar a
través de las palabras y las cosas .
Una de las grandes corrientes
condensadoras de la tradición donde el lenguaje es depositario de contenidos
ocultos , que sólo en el lenguaje mismo se manifiestan, es la cábala. Sobre las meditaciones de las
letras del alfabeto hebreo se levanta todo el edificio que se conoce con el
nombre de la cábala, que vivió
incrustada en el mundo cristiano occidental y pertenece a la Historia de
España.
En Tres lecciones de tinieblas, cuyos textos tienen su origen en la
música , José Ángel Valente realizó catorce meditaciones o variaciones sobre el
movimiento primario que las letras desencadenan. La primera es alef, que puede leerse como centro de la
germinación y del origen o de la vida, como inminencia y proximidad. Canto que
hace oír el movimiento primario, el movimiento que no cesa de comenzar.
En tal perspectiva cabría decir
que el centro histórico de Almería representa simbólicamente el alef urbano , la energía envolvente de
la creación de la ciudad , de su génesis. El origen de su memoria , de su
historia.
Como auténtico alef,
el centro histórico nos pone en contacto con el brote de vida primigenio de la
ciudad —en palabras de Valente, "el punto donde la respiración comienza
"—. Es el sitio fundacional de la ciudad, constituye su corazón secreto y
ancestral, el lugar de su primer latido, el frágil ámbito de su memoria y, a la
par, el de su ambiguo olvido.
A partir del centro histórico la
ciudad se ha ido llenando de memoria a lo largo del tiempo. Entrar en el centro
histórico es entrar en el tiempo, empezar a caminar por la historia de Almería.
Así, la ciudad fundada a mediados del siglo X por Abderramán III como sede de
la flota del califato cordobés , se convirtió en el siglo XI en el centro del
sufismo esotérico de ai-Andalus, en metrópoli de todos los sufíes españoles.
Este periodo ha sido el de mayor esplendor de Almería, que alcanzó un
desarrollo urbano y demográfico que no se igualó hasta el siglo XIX, cuando
se produce la expansión de la ciudad y el nacimiento de la ciudad
moderna.
Sin embargo, el centro histórico
de Almería se nos presenta hoy fragmentado,
roto y abandonado, consecuencia
de las tensiones soportadas en los
últimos cincuenta años, coincidente con el desarrollo de los
sucesivos Planes Generales de
Ordenación Urbana.
En efecto, el casco histórico
sufrió los efectos devastadores de la aplicación de determinadas secuelas del
ideal de la ciudad moderna, minusvalorando el ámbito público y concibiendo los
edificios como objetos individuales descontextualizados, que respondían a
tipologías propias de las áreas
periféricas de expansión urbana.
El paisaje urbano que nos ha
llegado expresa nuestra duda sobre la eficacia del urbanismo de las últimas décadas,
entendido como planeamiento de ámbito municipal y en los términos en que la
legislación y la práctica profesional lo han reducido.
En los años sesenta comenzó el
vaciamiento del centro histórico con derribos sistemáticos de numerosos
edificios que fueron sustituidos por otros de nueva planta, que modificaron la
tipología arquitectónica y la escala del espacio urbano, aumentando sin
criterio el número de plantas preexistentes. Se utilizaron como coartadas el
tráfico y el higienismo . Con ello se potenció la lógica del beneficio y la
ciudad especulativa. Como reacción a esta dinámica, a finales de los setenta
surgen los primeros movimientos sociales y las iniciativas que proponían
reconstruir críticamente la ciudad a través de la restauración, la rehabilitación
y la remodelación de los edificios y espacios urbanos del centro histórico.
Desde esta
perspectiva conviene recordar
las actividades promovidas
por el Colegio
de Arquitectos de Almería, que ya en 1977 inició la redacción del
catálogo de edificios de interés arquitectónico a través de su vocalía para el
Archivo Histórico y la correspondiente exposición celebrada, a comienzos de los
ochenta, en el propio Ayuntamiento de Almería.
Estas iniciativas se insertaron
en una dinámica más general que se produjo en el debate nacional e
internacional, y pusieron de manifiesto un nuevo modo de enfrentarse a los
problemas urbanos. Se propuso la recuperación ideológica de las identidades, de
la tradición y de la memoria. A la concepción de la ciudad homogénea y
abstracta, como secuela de la urbanística moderna, se opuso la concepción de la
ciudad concreta y diferenciada en partes. Al plano regular se opuso entonces el
proyecto, la intervención concreta y específica, la reflexión sobre un contexto
preciso. La relación entre proyecto y ciudad debería asentarse en la
investigación urbana como instrumento analítico del proyecto. Conceptos como
lugar, tipo, morfología, monumento... son los significados a los que se debe
confiar la descripción de la ciudad histórica.
Sin embargo, esta visión no se
tuvo en cuenta en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1973 ni en las
Normas Subsidiarias de 1983. Tampoco el PGOU de 1986 y el de 1998, actualmente vigente, establecieron
propuestas concretas para la necesaria y urgente recuperación del centro
histórico de Almería.
Actualmente sólo existen dos
iniciativas parciales —el Plan Urban, cofinanciado con fondos Feder de la Unión
Europea y por el Ayuntamiento de Almería para el periodo de actuación
2007-2013, y cuya autoridad de gestión es el Ministerio de Economía y Hacienda,
y las "Ayudas a la Rehabilitación Privada" del Ayuntamiento de
Almería— que no suponen una apuesta decidida, ni una política pública de
rehabilitación integral.
La situación del casco histórico
de Almería ha sido descrita con singular precisión por el poeta José Ángel
Valente , que vivió en una casa situada junto a la Catedral y al convento de
Las Puras, y que en 1993 señaló lo siguiente: "El solemnemente llamado —y,
efectivamente desamparado— casco histórico es un lugar privilegiado por la
negligencia total. Hay almerienses que no han subido a la Alcazaba desde hace
catorce o quince años. Habrá, imagino, entre los más jóvenes quienes no la
hayan visitado nunca. No deben ser muy numerosos los ciudadanos que conozcan el
"mihrab" de la gran mezquita de Almería en la actual iglesia de San
Juan. Escasísimos los que hayan conocido el bellísimo claustro de la catedral
(...) La ciudad ha dejado de ser un lugar de convocación. Los almerienses
apenas tienen plazas que puedan llamarse tales. La Plaza Mayor —una plaza
bellísima hasta la reforma que culminó con la erección del horrendo monumento a
los Colorados— es un lugar desertado.
Ciertamente, entiendo que Almería
está en la actualidad conformada como un agregado de zonas adyacentes,
pero netamente separadas por fronteras acaso no visibles y, acaso por eso
mismo, más reales".
En efecto, Almería está perdiendo
la memoria de sí misma, la ciudad está dejando de ser el lugar del intercambio
cívico de todos con todos. El centro histórico como materialización de la
memoria, como depósito de vida que compartimos con quienes nos precedieron,
constituye una realidad construida, un patrimonio colectivo que hay que
recuperar y mantener. Tal es la situación actual que permite afirmar que sólo
mediante políticas públicas de rehabilitación integral, la ciudad de Almería
hallará, en este comienzo de siglo, el espacio de encuentro con su imagen de la
memoria.
Antiguo Pósito de la Plaza Granero (Foto de Ramón de Torres)
2. REFLEXIONES SOBRE LOS
MODOS DE INTERVENCIÓN EN LA RECUPERACIÓN DE LA CIUDAD HISTÓRICA DE ALMERÍA
2.1. De carácter general
1. Complejidad
La ciudad histórica, construida
en el pasado, transformada continuamente, y cuya gestión con perspectiva de futuro nos
corresponde en el tiempo presente es una realidad de gran complejidad, definida
por contenidos y valores muy
heterogéneos en términos arquitectónicos, funcionales,
urbanísticos, económicos, culturales,
sociales... Esta complejidad
constituye su máximo valor, pero paradójicamente no siempre se contempla así
cuando se decide intervenir. Incluso en las escalas más modestas de las
actuaciones, la norma es, con frecuencia, la desconexión del contexto y la
ignorancia de esta riqueza.
2. Actos fundantes
La voluntad política, el consenso
institucional, la coordinación administrativa, la solidaridad, la participación
social, la integralidad, la sostenibilidad y la transferencia son hoy
principios universales que deben constituirse en actos fundantes de las
acciones sobre la ciudad histórica.
3. Procesos de cambio
La intervención en la ciudad
histórica, generando procesos de cambio con efectos duraderos sobre las
condiciones de vida, patrimoniales, funcionales, etc. exige periodos de tiempo
de tipo medio o largos, aún cuando la planificación en el corto plazo debe
también ser contemplada .
4. Estrategias de
intervención
Es necesario construir
estrategias amplias que permitan abordar la intervención con una perspectiva de
integración o interdependencia de las acciones y su sostenibilidad, definiendo
una estrategia de procesos sociales en vez de una estrategia sólo de
actuaciones físicas . Dicho de otro modo, que las actuaciones físicas sean el
necesario estímulo del proceso más global de recuperación de la ciudad .
La complejidad y el alto coste
económico de este tipo de operaciones obligan a la incorporación del mayor
número posible de recursos,
entendiendo éstos como medio para la acción y no sólo como medio económico. Como tales habría que entender la capacidad de trabajo de los residentes,
las habilidades e iniciativas de la población, el patrimonio edificable
disponible, el ahorro privado, la experiencia de la Administración, las
iniciativas o acciones complementarias,
ya diseñadas o en ejecución por todo tipo de agentes, etc.
5. El Plan o Programa de Rehabilitación Integral
Las estrategias de intervención,
formalizadas como Plan o Programa de Rehabilitación Integral, deben integrar,
como aspectos prácticos, la elaboración del diagnóstico, la delimitación del
área de intervención, el documento del contenido del Plan o Programa, la
creación de un órgano autónomo de gestión, el procedimiento específico de
regulación de las acciones, el cálculo económico de las mismas y el programa
temporal de las actuaciones.
2.2. De carácter específico
6. Patrimonio histórico y metas culturales
Conservar y restaurar el
patrimonio histórico y promover socialmente la cultura de la rehabilitación y
el mantenimiento coherente de la Ciudad Histórica para conseguir
otras metas de tipo cultural que impulsen y estructuren una demanda
que aspire, como expectativa de calidad de vida, a
residir en una ciudad recualificada, socialmente apreciada por sus valores, dotada
de servicios y equipamiento, cuidada
en lo arquitectónico, integrada en lo urbanístico,
estéticamente equilibrada y con una atractiva oferta de actividades culturales
y de ocio.
7. Vivienda
Mantener el tejido residencial, fijando
a la población residente, mediante actuaciones en materia de política de
rehabilitación de viviendas, para la mejora de las condiciones de habitabilidad
de las mismas y promocionando la ocupación de aquellas que estén abandonadas o
sin uso.
La rehabilitación del parque inmobiliario existente
debería ser no sólo la actividad principal del sector público para remontar la
crisis , sino una estrategia general que orientase la política de vivienda en
el futuro con el objetivo prioritario de la reducción del consumo energético en
la construcción y el uso de los edificios.
8. Medidas sociales
Incorporar medidas de asistencia
social, programas de mejora de la salud, de
la escolarización, experiencias de integración social y de formación
para el empleo especialmente dirigidas a los colectivos sociales más
vulnerables para favorecer la integración de la población residente.
9. Medidas medioambientales
Cada ciudad es un ecosistema característico
con una estructura, una forma, unos usos y un metabolismo propio, situada en un
lugar y clima únicos. Consume ingentes
cantidades de recursos —agua, energía proveniente de fuentes no renovables,
alimentos, etc.— que se convierten tras su paso por la ciudad en residuos
difícilmente recuperables que contaminan el entorno: residuos urbanos sin
recogida selectiva, aguas contaminadas ...
Es necesario caminar hacia una
sociedad ecológicamente sostenible primando la utilización de recursos
renovables, en los que se plantee el ahorro de agua, de energía o de
materiales, evitando la generación de residuos inservibles.
1O. Actividades económicas
Considerar la Ciudad Histórica
como un hecho económico de primer orden obliga a analizar aspectos como el
empleo, la actividad comercial, la producción artesanal, la promoción
inmobiliaria ... y proponer determinaciones para la actividad económica, como instrumento para su consolidación.
11. Participación
La participación es una condición
sine qua non para una concepción
integrada de las políticas de actuación en la Ciudad Histórica. Los agentes
participantes deben tener la posibilidad de compartir e influir en todas las
decisiones del Plan o Programa.
El compromiso de la población
destinataria es siempre una garantía de eficacia en el resultado de las
acciones que se emprendan y en su duración.
La participación activa de la sociedad
civil debe extenderse a otras instancias sociales representativas en el campo
de la creación y transmisión del saber, como la Universidad y otro tipo de
organizaciones o personalidades vinculadas al campo del Arte y la Cultura e
instancias de carácter más gremial, así como Asociaciones y Organizaciones no
Gubernamentales cuyos objetivos sean la mejora de la calidad de vida de la
población destinataria. Se trata de construir redes permanentes de
participación, apoyo e intercambio.
12. Gestión
Para la planificación y ejecución
de las acciones , negociación con los sectores implicados en las operaciones,
aplicación de los recursos económicos, definición de los instrumentos técnicos,
colaboración con la población, etc., es necesario disponer de un Órgano de
Gestión u Oficina especializada con la autonomía suficiente para garantizar el
cumplimiento de los objetivos .
13. Operadores de la rehabilitación y planes de especialización de la mano de obra
Es conveniente estructurar en la
ciudad una red de operadores —técnicos y empresas— de la rehabilitación,
fomentando una praxis constructiva adecuada y
suficientemente experimentada para conservar y mejorar los edificios,
que haga posible un proceso de rehabilitación sostenible compartido con los
ciudadanos.
Para evitar un alza incontrolable
de los precios de mercado de la construcción, la experiencia muestra que es de
gran utilidad que la Oficina de Gestión abra,
paralelamente al Programa, la Convocatoria de Empresas Homologadas, que,
mediante acuerdo, acepten como máximos los presupuestos calculados por la Oficina parra cada intervención, a partir de un
cuadro de precios útiles y específicos.
La conservación del Patrimonio es
una actitud de espíritu colectivo, alimentada con la información y sensibilización
de todos los habitantes y agentes implicados en la ciudad histórica. Por ello,
los coloquios informativos con los vecinos, las jornadas de contenido teórico-práctico,
orientadas a las empresas que colaboran en el programa, y las actividades dirigidas a
los arquitectos, arquitectos
técnicos, historiadores y
arqueólogos para la formación específica en la práctica de la
rehabilitación, son fórmulas válidas de referencia que ya han sido
experimentadas.
Los procesos de revitalización
urbana deberán fortalecer el tejido de las pequeñas y medianas empresas, dando
prioridad a las prácticas rehabilitadoras en los Planes de especialización de
la mano de obra para fomentar la formación en la utilización de materiales y
técnicas para racionalizar y abaratar los costes, reducir el consumo energético
y facilitación de pequeñas y medianas empresas .
14. Difusión
La difusión de las acciones debe
desempeñar un papel de importancia en la estrategia que se diseñe. No se trata
sólo de transmitir lo que se está haciendo, con objeto de crear un estado de
opinión favorable en la sociedad, sino que la transparencia es también
condición ineludible de la credibilidad y de la confianza, y por ello ayuda a
cimentar el consenso y a profundizar en la democracia. Los conflictos que
siempre acompañan a todo proceso de cambio pueden encontrar un adecuado
instrumento de mediación en el debate que suele propiciar la difusión .
15. Intercambio de experiencias
El debate y la reflexión sobre
las experiencias de intervención en las ciudades históricas permiten extraer
enseñanzas extrapolables para Almería y avanzar en el diseño de políticas de
intervención y gestión urbana sostenibles y tender redes permanentes de
intercambio de información y experiencias entre organismos y ciudades. La
creación de redes de ciudades puede suministrar un foro de referencia
permanente para el debate, la puesta en común y con frecuencia ayuda al diseño de estrategias de intervención, aunque las
fórmulas concretas —las acciones— deben ser definidas a la luz de las
circunstancias locales.
Detalle del Hospital Provincial (Foto de Ramón de Torres)
3. EL PLAN O PROGRAMA DE REHABILITACIÓN INTEGRAL
Las estrategias de intervención
se deberán formalizar en un Plan o Programa de Rehabilitación Integral que
deberá considerar, al menos, los aspectos prácticos siguientes :
1. Creación de un Órgano Autónomo de Gestión u Oficina
especializada .
2. Delimitación del área de intervención.
3. Elaboración del diagnóstico .
4. . Redacción del documento o contenido del Plan o Programa.
5. . Determinación del procedimiento específico de regulación
de las acciones : Seguimiento, control
y participación .
6. Cálculo económico de las actuaciones .
7. Programa temporal de las acciones .
1.Creación de un Órgano Autónomo
de Gestión u Oficina especializada
El órgano Autónomo de Gestión u
Oficina especializada deberá tener capacidad de decidir y ejecutar. Estará
concebido como instancia de coordinación técnica entre las Administraciones
Públicas.
Los objetivos de la Oficina
serán, al menos, los siguientes :
La planificación de las
actuaciones.
La negociación con los sectores
implicados.
La aplicación de los recursos económicos.
La definición de los instrumentos
técnicos.
La colaboración con la esfera
social: vecinos, asociaciones, ONG, etc.
Deberá tener un carácter interdisciplinar
y estar integrado por personas y
técnicos comprometidos con el casco histórico: arquitectos, arquitectos
técnicos, sociólogos, trabajadores sociales, economistas, administrativos,
vecinos, etc. \
2. Delimitación del área de intervención
La delimitación del área de
intervención constituye una operación definidora de la identidad del área y
clarificadora de los objetivos de la intervención. Deberá atender con especial
cuidado a los espacios de contacto o borde con el resto de la ciudad.
Para la delimitación del área
debiera considerarse, al menos, el ámbito de los recintos amurallados del siglo
XI y la delimitación establecida por la Consejería de Cultura de la Junta de
Andalucía.
Las experiencias desarrolladas en
los cascos históricos demuestran que la solución de determinados problemas se
resuelve más allá del propio centro. Cobran así pleno sentido las palabras de
Leonardo da Vinci: "Todas las cosas llegan más allá de donde parece que
llegan".
3. Elaboración del diagnóstico
Con carácter previo a la toma de
decisiones de intervención, debe conocerse cuál es el estado de la cuestión,
los problemas existentes o sentidos. Debe, pues, elaborarse un diagnóstico con
información patrimonial, urbanística, social, cultural, funcional, económica,
medioambiental, etc.
4. Redacción del documento o
contenido del Plan o Programa
La estrategia de la intervención
recuperadora no es un requisito formal sino una cuestión crucial, aún cuando al
inicio tenga el carácter de hipótesis revisable. Este documento debe contener
una definición clara de las acciones a emprender, entre las que se deben
considerar las siguientes:
Hipótesis demográficas para la población.
Intervención en el Patrimonio,
incluido el residencial.
Mejora de
la vivienda: Programa de
Ayudas a la
Rehabilitación Privada, Inspecciones Técnicas de Edificios.
Mejora y adecuación de
equipamientos, infraestructuras, tráfico rodado y aparcamientos. Calidad
ambiental: fachadas, instalaciones externas, mobiliario, telecomunicaciones,
barreras arquitectónicas, agua, verde en la ciudad, etc.
Revitalización de usos
comerciales y artesanales (tradicionales
y nuevos).
Impulso a actividades productivas
y económicas en general.
Actuaciones de
asistencia social destinadas a colectivos necesitados.
Fomento de la formación y el empleo.
Actividades de fomento y difusión de los objetivos y acciones.
Articulación de la
intermediación y la participación.
5. Determinación del procedimiento específico de regulación
de las acciones: Seguimiento, control y participación
Las acciones que se
desarrollen al amparo del Programa o Plan de Intervención deberán regularse de
forma clara y precisa, estableciendo asimismo las medidas de seguimiento,
control y participación.
Para ello se
fomentará la participación
social para conocer
la opinión de los
movimientos sociales, ONG, asociaciones, redes familiares, redes informales,
etc., y el órgano autónomo de gestión realizará los correspondientes informes
de evaluación con la periodicidad adecuada, redactando como mínimo un informe
de gestión anual.
6. Cálculo económico de actuaciones
El Plan o Programa debe
contener un cálculo económico estimativo del coste de las acciones, así como su
financiación, distinguiendo los aportes
públicos y privados .
7. Programa temporal de las acciones
Es necesario elaborar un calendario para integrar la estrategia de
intervención en un esquema temporal, donde se expliciten las acciones a corto y
medio plazo y los procesos a medio y largo plazo que se impulsen.
4. CRITERIOS DE
BUENAS PRÁCTICAS
Criterios establecidos por Naciones Unidas
- Impacto
- Asociación
- Sostenibilidad
- Fortalecimiento
de la comunidad
- Inclusión
social